Semana Bíblica 2023
Parroquia San Luis Beltrán
La celebración del Mes de la Biblia, cada año, durante septiembre, se da en el contexto de la celebración del día de San Jerónimo, que se lleva a cabo el día 30. Según la historia, este santo fue un hombre que consagró toda su vida al estudio de las Sagradas Escrituras, y además, quien realizó la traducción de la Biblia al Latín, por encargo del papa Dámaso I.
Caminando Juntos como pueblo de Dios
- Aprendiendo a vivir la sinodalidad misionera
Lectura: Hechos 13, 1-5 1 En la Iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado Níger; Lucio, el de Cirene; Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo. 2 Un día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo: «Apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado». 3 Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los enviaron. 4 Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon para Chipre. 5 Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos, llevando también a Juan, que los ayudaba. Palabra de Dios.
Meditación:
La Iglesia de Antioquía nace de la persecución. Aquí llegan los cristianos perseguidos en Jerusalén después del martirio de Esteban. Evangelizan especialmente a los extranjeros. La comunidad crece, se consolida, por eso es enviado Bernabé quien a su vez busca a Pablo
para hacer equipo con él. Con Bernabé y Pablo la Iglesia de Antioquía se convirtió en un centro de evangelización de toda la región circundante. Con Jerusalén y otras comunidades que vendrán después se construirá una red Misionera que abarcó el Mediterráneo. Los evangelizadores salían de estas comunidades para e̯xplorar nuevas fronteras y volvían a esas iglesias referenciales para compartir sus experiencias, abordar nuevos desafíos eclesiales. (Hechos de los Apóstoles 15). Esos encuentros van definiendo progresivamente el carácter sinodal de la Iglesia y su universalidad.
Contemplación: En silencio nos sumergimos en la narración de los Hechos de los Apóstoles para imaginarnos la Iglesia de Antioquía con su riqueza de dones carismas. Dejemos que Dios nos hable a nuestros corazones. El centro privilegiado de la contemplación cristiana es Cristo, por el hecho de que es a través de él que vamos hacia Dios: conociendo a Cristo conozco a Dios y me conozco a mí mismo.
- ¿Cuál es mi disposición para recibir la fuerza del Espíritu Santo y asumir la “Misión” como Bernabé y Pablo?
- ¿Con quiénes debo “caminar” hoy para alegrarles la vida y conducirlos a Cristo?