Cirilo nació en Tesalónica y obtuvo en Constantinopla una excelente formación.
Junto con su hermano Metodio, se trasladó a Moravia para predicar la fe cristiana. Ambos hermanos prepararon los textos litúrgicos en lengua eslava, escritos con los caracteres que luego se llamaron «cirílicos». Llamados a
Roma, murió allí Cirilo el día 14 de febrero del año 869, Metodio fue ordenado obispo y marchó a Panonia, a la cual evangelizó incansablemente. Tuvo que sufrir mucho a causa de los envidiosos, pero los papas lo apoyaron. Murió el día 6 de abril del año 885 en la ciudad de Velarad (Checoslovaquia).