COMENTARIO INICIAL
Querida comunidad San Luis Beltrán: sean bienvenidos a la fiesta del Señor, en la que tenemos un lugar especial reservado para cada uno de nosotros.
En el vigésimo segundo Domingo del tiempo ordinario, el Señor Jesús nos enseñará con su Palabra para que actuemos siempre con humildad y sencillez, sirviendo desinteresadamente a los demás.
Pidamos a Dios Padre un corazón sencillo e iniciemos esta celebración, entonando juntos el canto de entrada.
COMENTARIO A LA LITURGIA DE LA PALABRA
Las lecturas de este Domingo ponen ante nuestros ojos el tema de la humildad. Podemos verlo en el texto del Libro del Eclesiástico, en el Salmo 67 y en el Evangelio según San Lucas.
El Padre Dios prepara casa y mesa a quienes el mundo se las niega. Y el Señor Jesús insiste: además de sentar a su mesa a los humildes.
Con un corazón humilde y sencillo escuchemos atentamente esta Palabra.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
- Por nuestra Santa Madre, la Iglesia Católica, para que con el impulso del Santo Espíritu siga las explicaciones del Papa Francisco, prestando un servicio con humildad desinteresada en el mundo. Oremos.
- Por los que gobiernan las naciones, para que sirvan desinteresadamente y sin enriquecimientos ilícitos, buscando siempre el progreso y desarrollo de los pueblos. Oremos.
- Por la paz de nuestra querida Colombia… ¡La Paz es posible si verdaderamente la queremos! Y si la paz es posible, es un compromiso de todos. Intensifiquemos nuestra oración y mantengamos firme nuestra confianza en Dios. Oremos.
- Por los que este día hemos compartido el banquete del amor, para que la palabra que hemos escuchado haga germinar en nosotros semillas de humildad y sencillez. Oremos
Sergio Pulido Gutiérrez, Mons.
Canónigo de la Catedral y Párroco de San Luis Beltrán
